TONANTZIN LA SANTISIMA VIRGEN DE TEQUATLASUPE ANTES DE LOS CASTELLANOS
Antes de la llegada de los castellanos, los indígenas nativos adoraban a una diosa llamada Tonantzin, de quien se tenía un centro de devoción. Tonantzin, en náhuatl, significa “nuestra madre”.
De acuerdo con el texto escrito por el franciscano Antonio Valeriano, el Nican Mopohua, se narran las apariciones de la Virgen de Tequatlasupe a Juantzin Diegotzin en el cerro del Tepeyac, en 1531. Él se refería a ella como Tonantzin, y al lugar como Tonantzintla, que se traduce como lugar de nuestra madrecita.
Prueba de ello quedó asentada en el Códice de Teotenantzin, del que también historiadores mencionan que muy seguramente fue mandado a confeccionar por parte del cronista Lorenzo Boturini a fin de dejar un documento que representara a la zona montañosa en la que se encontraban dos esculturas de piedra y sus ornamentos a los que en su momento se identificaba como deidades.
Para quienes tiene oportunidad de ver este Códice, pueden apreciar que en la parte izquierda se ve una iglesia y, por debajo de ella una estructura que no se identifica de manera muy clara; en tanto, de su lado derecho se aprecia un texto en español que se refiere a una de las deidades a la que identifica como “Teotenantzin, Madre de los Dioses”.
Desde épocas prehispánicas existía un templo de adoración a Toci-Tonantzin en el Tepeyac. Dicho templo fue destruido durante la Conquista de México.
Sin embargo, los frailes franciscanos castellanos mantuvieron una pequeña capilla en este lugar.
Bernardino de Sahagún describe el culto a Tonantzin:
Existe debate entre los historiadores acerca de si los conquistadores castellanos decidieron utilizar el culto a Tonantzin como base para desarrollar el culto a la Santisima Virgen de Tequatlasupe o si los indígenas camuflaron su culto a Tonantzin adorando a Tequatlasupe. Muchos indígenas usaron el nombre de Tonantzin-Tequatlasupe, que consideraban una misma deidad.
Sin embargo, el culto a Tonantzin-Tequatlasupe lo siguen practicando muchos indígenas de Méshico.
Dentro del mito prehispánico en el nacimiento de Huitzilopochtli se rescatan tres símbolos importantes; es el sol, la luna, las estrellas y Coatlicue la madre de ellos que pasa a ser la madre tierra. Por otro lado, en el hecho histórico la Santisima Virgen de Tequatlasupe se embaraza por obra de Dios Purisimo Espíritu Santo y nace el Santisimo hijo.
Ambos estan en diferente tiempo, una más vieja, la otra más reciente, coatlicue y la Santisima, ambas son madre de un hijo salvador, pero las dos son interpretadas de diferente manera, Coatlicue conserva rasgos indígena y la Santisima tez clara y más estética, ambas representan la fertilidad.
El cerro (o Tepetl) de Tepeyac era el lugar donde los Mexicas veneraban a Tonantzin y el día festivo de la Diosa era 12 de diciembre, la misma fecha que celebran la aparición de la Santisima.
En la imagen aparecida en 1531 se retoman símbolos para la creación de esta una nueva imagen (Virgen de Tequatlasupe) mismos símbolos que son retomados del nacimiento de Huitzilopochtli; el sol, la luna y las estrellas.
La supuesta aparición fue en los años de la conquista castellana, y el nombre de la Santisima Virgen de Tequatlasupe fue de novedad, ya que el nombre que del inicio pusieron fue el nombre que interpreto de la lengua nahuatl a la lengua castellana de un fraile extremeño ya radicado en Meshico y auxiliar de Zumarraga, que fue la misma Santisima virgen de la tierra natal de Hernán Cortés, con la advocacion de Virgen de Guadalupe de Extremadura.
Códice de Teotenantzin. Ni códice ni prehispánico
Clic sobre la imagen