Si no haceis lo que digo habra paz
204 Ved por el alma y no por radios. Porque he aquí, el mundo ya no implora misericordia ni perdón. Porque ya no hay personas dignas de ofrecer la Víctima Inmaculada al Eterno, en favor del mundo. Hijitos míos, rezad mucho y haced ayuno. Os pido que ayunéis mucho, también hagáis sacrificios, porque la hora está … (se pierden palabras), y todo aquello que no podréis ver… (se pierden palabras), nunca más las cosas. Meditad mis palabras, os pido y os digo. He aquí, El Corazón Inmaculado de la Encarnación del Hijo de Dios. ¡Abba Pater! Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos, Amén. Rezad ustedes también y dejad todos esos aparatos (se refiere a las grabadoras y micrófonos que tienen los periodistas), luego continúa: Yo soy La Reina de Israel; ya no hay personas dignas de ofrecer la Víctima Inmaculada en favor del mundo. Hijitos míos, rezadme un Rosario. Os pido en el nombre de mi Hijo, que ayudéis a cargar Su cruz. Yo soy La Reina del Rosario. No queréis rezarlo, porque vuestra soberbia está en el fondo de vuestro corazón. Mirad, hijitos míos, unas pequeñas cuentas os pueden salvar el alma. Mirad, meditad los Misterios de la Encarnación de mi Divino Hijo, porque Él es el Camino y la Vida. Nadie llega al Padre sin Jesús. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos, de los siglos, Amén. Ahora, Miguel Ángel con su propia voz, dice: Haced sacrificios para convertir a los pecadores, y luego continúa con voz femenina y dulce. El castigo será inminente. Rusia, será el azote de todo el mundo. El Salvador está siendo azotado por la cólera y aún seguís pecando. Os pido que obedezcáis a mis mandatos, porque Yo soy Vuestra Madre, la Dama Blanca de la Paz. Yo soy Aquella que llora, que clama con dolores de parto y el dragón trata de devorar la palabra del Señor, de mi Hijo. Yo soy la Mujer Vestida de Sol y clamo con dolores de parto, porque mis hijos no quieren entender. Lloro, porque soy La que llora. Soy la Omnipotencia Suplicante; La Corredentora y la Dama Blanca de la Paz. Adiós, hijitos. Os pido que os portéis bien y no sigáis ofendiendo al Señor, Vuestro Dios. Luego de este hermoso mensaje, Miguel Ángel continúa hablando, pero con su propia voz. … piden perdón y ayunan, pero antes no se purifican; no se acuerdan de Dios; sólo se acuerdan en las malas. La Señora dice: Ella no quiere que las mandas sean dinero, sino oración y ayuda al pobre. Esta es la mejor manda que puede hacerse, porque muchas personas no tienen qué comer. Podemos hacer una manda, ofreciéndole a esas personas de comer. Muchas personas tienen mucho dinero. Podemos darle a los pobres y rezar el Rosario; es una buena manda.
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