Si no haceis lo que digo habra paz

130 Mirad todas esas estrellas, así sois vosotros. Mirad la luna y el sol. El sol impide … la luz. Sin luz no vemos nada, pero con luz vemos todo. Así es el camino de Cristo: veréis todo. Os pido amor y que haya paz. Estaré aquí mucho tiempo más, luego habrá una aparición a las 4 de la mañana y terminará a las 5; luego otra comenzará a las 7 y terminará a las 9, otra a las 3 y terminará a las 5, otra a las 9 y terminará a la 1 de la madrugada. Habrá que hacer muchos sacrificios. Yo soy el Inmaculado Corazón del Hijo de Dios. Yo soy vuestro refugio. Él los llevará a todos, a todos ustedes, por cada estrella que tengo. Pedid, porque serán abiertos vuestros ojos. Yo soy el Inmaculado Corazón. Mi corazón será vuestro refugio y el sendero que os llevará a Dios. Todo a su debido tiempo. Os pido amor. Rezad el Rosario, haced penitencia y haced muchísimos, muchísimos sacrificios. Ha llegado la hora de luchar contra satanás, rey de la mentira y la soberbia. Os pido que no os dejéis engañar. ¡Adiós, hijitos míos! El silencio es sobrecogedor e impactante, así como lo ha sido, para todos, el cambio en la voz de Miguel Ángel. La voz que nos habló era la de una mujer y lo hizo con un marcado cariño hacia nosotros. Luego Miguel Ángel dice: Cuando Ella da una señal, la da precisa, porque así actúa Dios, porque hay mucha gente que viene con malas intenciones y trata de confundir. Por eso hay muchos que se han alejado de la Iglesia, por la confusión. Amén, ¡Adiós! Miguel Ángel sale del éxtasis y todos volvemos, de a poco, a la realidad, luego de haber estado en el cielo, junto a María, Nuestra Madre. Con mucho fervor todos rezamos Bendita sea tu Pureza. Nota: Han asistido, aproximadamente, 2.000 peregrinos. DOMINGO 29 DE ABRIL DE 1984 4:30 PM APARICIÓN # 66 (NUESTRA SEÑORA; PEÑABLANCA) La multitud reza fervorosamente el Rosario, conducidos por un laico a través de los parlantes. Sólo algunos de los presentes no lo hacen, ya que están en el cerro para ver lo que está sucediendo y, luego poder informar por la prensa. Sí, son periodistas. Miguel Ángel ya se encuentra dentro del Lugar Santo, se persigna y dice: La Señora dice, (dirigiéndose hacia los periodistas), que mis hijos recen el Rosario,

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