Si no haceis lo que digo habra paz

104 Rezad mucho y convertíos a Dios, porque no hay más caminos. El final de los tiempos ha llegado. Mi corazón se entristece. De pronto el vidente grita: ¡Mirad el sol! Es Cristo el que está ahí, de siete codos, pelo blanco y rostro luminoso. Veo descender fuego a la tierra. Una gran oscuridad. Todo se tiñe de rojo. Veo al Hijo del Hombre a la derecha como Rey, juzgando a todas las naciones. Veo a muchos muertos levantarse del sepulcro. Un dragón tirando blasfemias contra Dios. Una Mujer Vestida de Sol, la Señora y habla el mensaje de Cristo. La bestia quiere devorarla. Dios toma a la mujer y la esconde en el desierto. Hace que la tierra se trague el agua. También veo grandes ángeles que vienen hacia acá; bajan y suben preparando la venida del Señor. Veo un falso profeta, el… Veo una bandera y al Hijo del Hombre. Veo también Babilonia, algo de Rusia y el dragón. Veo entre toda esta multitud el número y la marca que tienen en la frente. Muchos tienen 666. Veo mucha hambre y peste. También mucho llanto. Veo al anticristo y a otro precursor, al dragón, a otra bestia y todos adoran a la bestia y son engañados. Un gran coro celestial, tocó la primera trompeta. Luego en occidente tocó otra trom- peta. En el norte, otra; en el sur. Otros en el este y el oeste otros y otra en oriente. Veo al Hijo del Hombre cabalgar en un caballo blanco sobre las nubes. La Señora también viene. El dragón es lanzado al abismo. El dragón representa al comunismo con la hoz y el martillo. El dragón es Rusia, Inglaterra, Irán y Estados Unidos. Veo también una gran luz y también veo una gran oscuridad. Gritos, llantos y lamentos. El Hijo del Hombre con su coro de ángeles van a todos lados, como con caballos de fuego, rojos, verdes y amarillos. Hacen ruido. Los ángeles alaban a Dios y lo siguen muchos habitantes de la tierra. Veo la caída de Babilonia y de la Iglesia. El anticristo es derrotado y triunfa Cristo. Veo otra señal, las siete colinas; una copa, a Cristo en una mesa con todos aquellos justos que se fueron al cielo. Las almas perdidas son muchas. Ahora Miguel Ángel dice: ¡Allá está Cristo en el sol!, la Señora está en el cielo. Hay que rezar mucho. El tiempo de los tiempos llega. Vendrá mi Hijo a juzgar por todo lo que habéis hecho. Las moradas del cielo están desocupadas. ¡Adiós! Miguel Ángel sale del éxtasis y se reza Bendita sea tu Pureza. Nota: Son las 10 de la mañana. Esta aparición duró tres horas y asistieron alrededor de 2.500 personas.

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