Si no haceis lo que digo habra paz

137 Miguel Ángel está en actitud de comulgar, saca su lengua, pero la Sagrada Forma no se hace visible. La Santísima Virgen lo reconforta permitiendo que se le dé la Comunión. Hermoso premio. Luego reza el Padre Nuestro, para decir después: Jesucristo, perdona nuestros pecados. Nosotros los confesamos y tú nos perdonas, ¿ya? ¡Chao, Jesucristo! Nos pide luego, que nos demos el saludo de la paz, cosa que hacemos y enseguida canta el Ave María. Ahora dice: Alcemos nuestras manos al cielo e hincados roguemos al Señor, porque la Señora dice: Pedid, porque se os dará. Y luego nos aclara: Lo más que quiere Ella, que cuando hagan mandas no den dinero, sino la manda más hermosa es cambiar la vida de uno, ayudar al prójimo y rezar el Rosario. El dinero no vale, sino el amor que tiene uno a Cristo, el amor al prójimo. En nombre del Señor ¡Aleluya sea por siempre Señor!, y ¡Gloria a Él! Ahora, Miguel Ángel canta el Alabaré que es coreado por todos los presentes. La Señora pide mucha oración. Muchos y muchos sacrificios más. En estos tiempos meditar la Pasión de Nuestro Señor. Sólo debemos amar y tener un sólo Señor. No se puede tener a Dios y al dinero o al placer. Tendremos que elegir entre los dos: Dios o el dinero. Tanto amó Dios al mundo, que mandó a su Hijo para morir y salvarnos de la muerte eterna, y nosotros aún no nos damos cuenta; estamos ciegos, esa es la palabra, ciegos. Los que no ven, son no videntes, pero nosotros estamos ciegos del alma. Dejamos solo a Jesús Sacramentado, no le vamos a hacer compañía, ni por cinco minutos. Nos espera con los brazos abiertos, pero no nos postramos ante Él. La Señora se pone triste. Al terminar de transmitirnos el mensaje de la Santísima Virgen, Miguel Ángel exclama: Pueden sacar fotos al arbolito, con flash. (Se está refiriendo al eucaliptus de las apa- riciones). En ese momento, caen rayos sobre el Recinto Santo. Son rayos de una luz intensísima, que están iluminando al árbol, especialmente al eucaliptus y a las banderas. Mientras tanto, Miguel Ángel ha comenzado a cantar Shalom Myriam. Luego la Santísima Virgen nos dice que por su intermedio, que todos los que están lejos de la reja, se acerquen y que todos se den el saludo de la paz. Luego, Miguel Ángel canta la Canción de la Alegría coreada por miles de peregrinos y en seguida dice: Seremos todos hermanos y con Cristo llegaremos todos a ser hermanos, como dice la canción, ¿cierto? Me gusta cuando dice: Más allá de las estrellas. La Señora pide que todos sin excepción, todos, que vayan por grupos y que entren a rezar un Padre Nuestro y un Ave María, luego salen del Santuario, hasta que pasen los demás. Miguel Ángel exclama: Lágrimas de sangre nuevamente… Dice la Santísima Virgen que el hombre no quiere entender y sólo se está llevando a la destrucción. Pide también, que sea dado el mensaje que dio, porque se están cumpliendo las profecías y los mensajes.

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