Si no haceis lo que digo habra paz

105 SÁBADO 24 DE MARZO DE 1984 10:00 PM APARICIÓN # 45 (NUESTRA SEÑORA; PEÑABLANCA) Por lo trascendental del mensaje de esta noche, reproduciremos algunos acápites para luego entregar el texto en que la Santísima Virgen, por medio de la voz de Miguel Ángel, se dirigió a todos nosotros. La Señora nos pide a todos que se haga la voluntad de Dios y no la nuestra. Que se acceda a las súplicas de Ella. Que haya paz donde hay odio. Nos dice que donde hay bulla y desorden, donde hay todo esto, está el demonio. En cambio, donde hay amor puro, está Cristo. En un lenguaje muy bello la Santísima Virgen lamenta que sus palabras sean como la brisa que pasa o como el viento que sopla y que a muchos no les deja nada, porque sim- plemente las ignoran. La Virgen María nos dice: Yo soy el refugio, el camino que los llevará a Dios; porque Yo soy la Omnipotencia Suplicante. Yo soy Aquella que nadie escucha, porque nadie cree. Y de cierto os digo, que el mundo pasará por una horrorosa guerra. Os pido a todos la Comunión, el Rosario y el amor, porque “Yo soy el Inmaculado Corazón de la Encarnación del Hijo de Dios”. Hijitos míos, rezad el Rosario. Haced muchos sacrificios en estos tiempos. No crucifiquéis más a mi Hijo, Vuestro Señor. Todos los días lo estáis crucificando. Os quiero, os amo. Hijitos míos, venid a mí, porque Yo os espero con las manos abiertas y con mi manto protector protegeré a todo el mundo de las garras de satanás. Yo soy la Madre del Salvador, aquella luz que ilumina vuestro sendero y que muchos se niegan a seguirlo. Mi corazón será vuestro refugio y el sendero que los llevará a Dios. Todo a su debido tiempo. Os quiero y os amo y pido a mis Hijos Predilectos que lleven el rebaño a buen camino y no a la perdición. Os quiero, os amo. Estoy aquí en cuerpo y alma y no me iré de aquí después de este año. Como vuelvo a deciros, después de este año. No este año, ni el que viene. Serán cinco años que estaré con vosotros. Quiero unión entre vosotros, amor y paz. Daos el saludo de la paz con amor, sin mirar a los demás como cosa cualquiera. Os pido y os abrazo Yo, porque Yo soy La Madre que está contigo: La Madre de los Afligidos, soy Rosa Mística y soy Vuestra Señora del Rosario, la Mamá Celestial. Os quiero y os amo. Mirad, mirad, Mi corazón está triste. Si lo vieseis, lleno de púas por el pecado de los hombres. Os pido que Consagréis el mundo al Inmaculado Corazón de María, como os pedí en Fátima. Y vuelvo a deciros: Amaos los unos a los otros, como Dios, mi Hijo, al entrar al mundo. Yo soy La Estrella que ilumina tu sendero, que te llevará a Dios.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA0OTIx