Si no haceis lo que digo habra paz
515 Mi esposo vio que Miguel Ángel había tomado el camino de subida al cerro e iba mirando al cielo. Pensé que era un éxtasis privado, ya que no me había avisado como normalmente lo hacía. Pensando así, nos acostamos, y a los 20 ó 25 minutos volvió Miguel Ángel y me dice: Tenemos que rezar por su Santidad, repitiéndome aquello, varias veces. Levántate, me dijo, hay vigilia. Él llamó por teléfono a Santiago para avisar, y mi esposo hizo lo mismo con los vecinos, en bicicleta. Nos encaminamos al cerro y Miguel Ángel me contó que era el arcángel San Miguel. Además me dijo que el ángel lo había llevado a un lugar desconocido, cuyo nombre no recordaba, pero que nunca había estado ahí. Al día siguiente, mi esposo me refirió algo realmente sorprendente. Mientras avisaba a las personas, una luz lo seguía y cada vez que se detenía para mirar, aquella luminosidad desaparecía. En la casa de una peregrina y sin que él le contara lo que le estaba sucediendo, ella también ve la luz, que en esos momentos estaba posada sobre un árbol. Se visualizaba ya, de mejor forma, la silueta de una persona. El temor se había desvanecido y había dado paso a una gran tranquilidad. Al regresar mi esposo a casa, vieron cómo la luz se iba del árbol, dirigiéndose al Santuario, donde desapareció de su vista. DOMINGO 20 DE OCTUBRE DE 1985 6:50 PM APARICIÓN # 386 y 387 (ARCÁNGEL SAN MIGUEL; CASA FAMILIA FUENTEALBA, QUILPUÉ) Son las 6 de la mañana y nos aprestamos para viajar a la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen de Los Vilos, donde hoy se llevará a efecto la ceremonia de Confirmación de Miguel Ángel. La ceremonia será oficiada por el Obispo Monseñor Polidoro Van Vlierberghe, obispo de Illapel. Además de Miguel Ángel, también hoy se confirma Óscar Pérez y un sinnúmero de personas adultas, conversas en el monte. Óscar Pérez fue elegido por la Santísima Virgen como futuro vidente. Será padrino, de Miguel Ángel, el párroco sacerdote José Manuel Salinas y de Óscar, el sacerdote Miguel Contardo Egaña. Ya en Los Vilos, Miguel Ángel está radiante de felicidad y una vez comenzada la ceremonia, él la sigue en profundo recogimiento. Me encuentro muy cerca de él, así que puedo ir relatando lo que va aconteciendo. Un gran número de personas ya han sido confirmadas y ahora es el turno de Miguel Ángel. Se ha arrodillado frente al Obispo y el padre Salinas se encuentra detrás del vidente, con su mano derecha apoyada en el hombro derecho de Miguel Ángel. Es impresionante ver el rostro del muchacho; refleja más que una alegría o gran emo- ción. Su recogimiento es profundo en esta ceremonia tan importante para un cristiano. Han pasado dos horas y ya la ceremonia ha terminado. Miguel Ángel, como decíamos, se ve feliz. Luego de esto se acerca y me toma de la mano, para llevarme hasta el lugar en que
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