Si no haceis lo que digo habra paz
516 el padre Salinas tiene la imagen de Nuestra Señora, la Dama Blanca de la Paz. Ahí me comunica su deseo de regresar con nosotros a Peñablanca y añadió: “Lo antes posible”, cosa que comuniqué a quien nos había llevado. Así que, en corto tiempo, nos dispusimos a viajar. Cabe hacer notar que hoy estuvo nublado y muy frío. Sin embargo, Miguel Ángel, sentado a mi lado en la camioneta, sentía un calor muy grande que lo envolvía. Eso no era normal, considerando que todos los demás sentíamos frío; creo que era la fuerza del Espíritu Santo. Una vez en Peñablanca, nos despedimos de algunos amigos y subimos al Monte Carme- lo y ahí, Miguel Ángel entró de inmediato al Jardín Santo, mirando hacia todos lados, como buscando algo o a alguien. Se arrodilló muy cerca del arco y del olivo e hizo algunos gestos, como quien agradece algo. Luego, salió y me dijo: Aquí no es. Sigamos viajando, pero tenemos que ir todos los que veníamos (éramos doce personas, incluido el vidente y Óscar Pérez). Así, muy rápido, nos fuimos a buscar a las personas de las cuales nos habíamos despe- dido y continuamos viaje en dirección a Quilpué. Por un momento, pensé que podría tratarse de la Parroquia de El Sol del padre Luis Fernández, pero al llegar ahí, Miguel Ángel señaló hacia arriba. Todo indicaba, entonces, que nuestro destino era la casa de la familia Fuentealba, lo que resultó ser efectivo. La esposa del dueño de casa se preparaba para servir el té. Eran alrededor de las 6:50 PM. Una vez allí, Miguel Ángel cayó en éxtasis en la pieza que él ocupaba cuando alojaba ahí. Acudimos todos al llamado y yo, con grabadora en mano, me disponía a grabar todo cuanto ocurriera. Me encontraba a su lado, por lo tanto, nada de lo que pasara dejaría de captarlo. Al otro lado se encontraba Óscar Pérez. En el transcurso de este éxtasis, un gran calor hacía en la casa. Miguel Ángel rezó el Acto de Contrición y dijo: Alabado sea Nuestro Señor, y comulgó, recibiendo la Sagrada Forma visible. Era radiante, blanca y hermosa y nuestra emoción fue grande y muy difícil de describir. El mensaje de este día fue exclusivo para Óscar, quien recibió la Comunión Mística. Apesar de estar a escasos centímetros de Miguel Ángel, nada se registró en la grabadora, escuchándose tan sólo un ruido parecido al zumbido de muchas abejas. El cielo no permitió que se registrara nada, ya que se trataba de una llamada de atención hecha por el ángel, con mucho amor, a Óscar. El arcángel San Miguel nos citó para esta misma noche a una vigilia que empezará a las 10 de la noche y él prometió su venida para las doce de la noche y expresó su deseo que todos estuviésemos confesados. Afortunadamente, hoy contamos con la presencia del padre Contardo, así que podremos cumplir con lo expresado por el ángel. Después de comentar lo del éxtasis con Miguel Ángel y éste reírse, porque nada se había grabado y cuando nos disponíamos a tomar té, Miguel Ángel acudió a su pieza nuevamente, en compañía de Rosita, la dueña de casa. Debe haber sido alrededor de las 7 de la tarde. Miguel Ángel vuelve a caer en éxtasis, pero de una manera muy distinta. Él se encontraba con Rosita, quien le leía un cuento. Acudí para hacerle una pregunta y al entrar en la pieza, me quedó mirando y me sonrió.
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