Si no haceis lo que digo habra paz
530 Ahora se persigna, besa el rosario y lo presenta a la Santísima Virgen. Luego, cae brus- camente de rodillas y besa el suelo. Le pide el rosario al padre Manuel Salinas y se lo presenta también a Nuestra Señora, para luego imponérselo al sacerdote. A una indicación del vidente, todos nos arrodillamos pues el Niño Jesús nos va a ben- decir. El rostro de Miguel Ángel irradia felicidad y es en ese momento, que coge un puñado de tierra y lo presenta a la Santísima Virgen. Una vez hecho eso, reza el Ave María y el Gloria, seguido por todos los fieles. Luego se persigna y reza el Acto de Contrición y siempre de rodillas, recibe la Comunión Mística. El silencio es total. Miguel Ángel canta ahora el Ave María en un perfecto latín. Después, nos dice: Pueden sacar fotos al olivo. En este preciso momento, caen hermosos rayos sobre diferentes partes del Santuario y el rostro de Miguel Ángel es otro. Sus toscas facciones se han transfigurado en un rostro hermo- so, radiante de gozo y de felicidad; está de pie y se ha persignado nuevamente. Luego, canta el Tamborilero. Momentos después, cae de rodillas y siempre con su mirada clavada en el cielo, dice: El jueves se dará el último mensaje que dejó el Niño Jesús para la humanidad. La próxima aparición será el jueves 9, a las 10 de la noche. Luego, Miguel Ángel se despide de la Divinidad y sale del éxtasis. Todos juntos, reza- mos Bendita sea tu Pureza. Nota: Hoy es bendecida una capa de color celeste que Verónica Cansino hizo para la sanación de los enfermos. JUEVES 9 DE ENERO DE 1986 10:00 PM APARICIÓN # 404 (NUESTRA SEÑORA Y NIÑO JESÚS; PEÑABLANCA) De rodillas y con su mirada fija al cielo, Miguel Ángel ya está en éxtasis en el interior del Jardín Santo. Tiene consigo algunos objetos religiosos, que se los presenta a la Santísima Virgen y luego indica a otros tantos que están al pie del olivo. El vidente besa el suelo, gira y se dirige hacia una joven que está en el interior del Jardín y le pone al cuello un rosario. Ella viene de Canadá. Miguel Ángel se persigna por segunda vez y nos dice, con un notable cambio en la tonalidad de su voz. Nos habla Nuestro Señor: Os doy la paz, para que la paz os tenga en el corazón. Con amor y con verdad, tendrán paz. Os doy la última Áncora de Salvación que es mi Madre. Haced lo que Ella os diga, porque mi Padre la ha enviado. No despreciéis sus bendiciones y sed cada vez mejores. El mundo no quiere entender las cosas que se han dicho. He mostrado a Aquella que grita con dolores de parto a la humanidad y vosotros no queréis verla, porque tenéis los ojos tapados y no queréis ver la verdad.
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