Si no haceis lo que digo habra paz

536 Miguel Ángel ha pedido que le revisen su cabeza. La doctora se acerca y ha procedido a contar los puntos sangrantes de su cuero cabe- lludo. Mientras esto acontece, Miguel Ángel tiene sus brazos cruzados sobre el pecho y jadea adolorido. Está sufriendo los estigmas de la Corona de Espinas. La doctora procede a tomar muestras de sangre en una plaqueta para llevarlas a analizar a un laboratorio. Luego introduce las plaquetas en un sobre. María Luisa Paredes, coloca un lacre en el sobre y la doctora lo sella con su anillo, que tiene acuñado su escudo familiar. Certifican así, la originalidad del contenido del sobre. Mientras tanto, Miguel Ángel ha pedido un cirio encendido y lo sostiene casi rozando su barbilla. Luego, hace un reverencia y con voz angustiada dice: ¡Padre mío, Padre mío! ¡Eloí, Eloí, lemá sabaktaní! El vidente se queja de dolor. Luego, reza un Acto de Contrición. Ahora levanta la vela encendida y la presenta a Nuestra Señora. Se persigna y reza pausadamente el Padre Nuestro. Ahora el vidente le pide a la doctora Carla Hieber la medalla que lleva puesta( 86 ) y la presenta a Nuestra Señora, luego de lo cual y sin desviar la mirada del cielo, se la coloca en el lado izquierdo del pecho. Luego, le pide su anillo que tiene una piedra roja, lo presenta y es bendecido por Nuestra Madre y luego lo devuelve y lo coloca en su dedo. Nuestra Señora pide que la doctora Carla Hieber dé su testimonio. Dice la doctora: Hay puntos sangrantes en la cabeza, 14 más o menos, y siguen apareciendo más. Comenta que ha tomado muestras de sangre, a la que califica de sangre fresca. Miguel Ángel se persigna, sonríe y dice: Ha aparecido Nuestra Señora y me ha dicho: He mostrado este milagro, para que creáis y sigáis rezando el Rosario … (inenten- dible). No ofendáis más al Señor que demasiado se le ha ofendido. Luego, Miguel Ángel dice: Saquen fotos a la luna. Enseguida reza el Ave María. A continuación dice algo más, junto con sonreír, pero lamentablemente pierdo frases. Sale del éxtasis siendo las 4:45 AM, pero debemos continuar en vigilia hasta las 7 de la mañana, culminando con el rezo del Ángelus. Nuestra Señora anuncia que vendrá el 2 de febrero. 86 Miguel Ángel no sabía de la existencia de esa medalla y aún más, la doctora ingresó al Jardín cuando él ya estaba en éxtasis. Cuenta la doctora que esa medalla se la había impuesto su madre, cuando era niña.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA0OTIx