Se hace tarde y anochece

esperanza a través de la verdad y a costa de muchos esfuerzos. Para encontrar la esperanza hay que ir más allá de la desesperanza. Cuando llegamos al final de la noche nos encontramos con un nuevo amanecer». Nuestro mundo no podrá prescindir de la verdad y de la esperanza en Dios. Ese camino será muy doloroso. Aprendamos a desprendernos de los bienes materiales y del poder. Adhirámonos escrupulosamente a Dios y a su palabra de vida. Así alcanzaremos todos juntos la unidad en la fe y el conocimiento de la verdad, cuyo nombre es Jesucristo.

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