Se hace tarde y anochece

2 LA CRISIS DEL SACERDOCIO NICOLAS DIAT: ¿Cree usted que estamos viviendo una crisis del sacerdocio? CARDENAL ROBERT SARAH: ¿Quién puede ponerlo en duda? Ya he mencionado esa crisis tan dolorosa de la pedofilia: un síntoma grave e intolerable de una crisis mucho más profunda y radical. Hoy la Iglesia corre un serio peligro, porque lo que se está desmoronando es el significado más hondo del sacerdocio. El 21 de diciembre de 2018 el papa Francisco se manifestó con firmeza y severidad a este respecto: «También hoy hay muchos “ungidos del Señor”, hombres consagrados, que abusan de los débiles, valiéndose de su poder moral y de la persuasión. Cometen abominaciones y siguen ejerciendo su ministerio como si nada hubiera sucedido; no temen a Dios ni a su juicio, solo temen ser descubiertos y desenmascarados. Ministros que desgarran el cuerpo de la Iglesia, causando escándalo y desacreditando la misión salvífica de la Iglesia y los sacrificios de muchos de sus hermanos». Creo que el papa no se refería solo a los criminales pedófilos. Sus palabras van dirigidas a todos aquellos que corrompen la unción sacerdotal para ponerla al servicio de un poder que no procede de Dios. Servirse de su autoridad para predicar una doctrina humana en lugar de la fe católica; renunciar a la lucha por permanecer fiel a su compromiso con la castidad; o simplemente renunciar a dejar que Dios sea lo primero, son otros tantos comportamientos que niegan la verdad más honda del sacerdocio y ponen en peligro la salvación de los fieles. La luz del sacerdocio se ha apagado. Y lo digo con más pena aún porque sé que son muchos los sacerdotes fieles que se dedican infatigablemente a su misión. Creo que los obispos tenemos una grave responsabilidad. Debemos hacer examen de conciencia. ¿Hemos querido y acompañado a los sacerdotes como buenos padres de familia? ¿Hacemos todo lo que está en nuestra mano para conocerlos, apoyarlos y ayudarlos? Muchas veces las diócesis, que deberían funcionar como grandes familias, se convierten en estructuras administrativas. Un padre tiene que amar, corregir, castigar y devolver al buen camino. Con

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