Lux Dei

11 Al Co ntenido Hubo un instante de profundo silencio y la tierra se movió como de un terremoto de grado 10 y las cortinas del templo se rasgaron, los muros, hechos con piedras, salie- ron de su lugar, las maderas de los techos caían, las puertas y ventanas se desgaja- ron, había polvo por doquier, y las decenas de personas, alli concentradas, estaban anonadas, estupefactas, se veían presa del terror, por lo que en ese momento estaba sucediendo, muchas, no lo podían comprender, debido a que no se había dado este suceso de tierra, y casi nunca en pleno desierto, se agravo más el momento, porque empezó a caer una lluvia intensísima, como nunca antes había sucedido en la tierra de Judea, haciendo que el polvo y la tierra se convierten en un lodo grueso en algu- nas partes y delgado en otras, que hacía difícil tener el paso regular y el caminar se hizo por demás complicado. Los dos elementos naturales se convulsionaron, para dar a entender lo que habían llevado a cabo, tanto los soldados romanos, como los cohen hipócritas fariseos del Sanedrín, y no cabía ninguna duda, muchos quienes estaban aun reunidos y alrededor de la cruz santifica, supieron que realmente se trataba del Hijo Santísimo del Altísimo. De hecho, los soldados romanos, alli enviados por Poncio, tenían el rostro descom- puesto al ver todo aquello, uno de ellos (el que le clavo la lanza en el costado), estaba hincado y llorando a grito suelto, al centurión, que comandaba ese grupo, le temblaba todo el cuerpo, los otros, prefirieron alejarse y bajar sus cabezas para no seguir vien- do lo que a distancia se percibía, ese sentimiento que hay entre la bondad, la miseri- cordia y el perdón, asi como el amor infinito, todo esos sentimientos expulsados por el Rey Celestial y que envió desde su corazon infinito y de forma gratuita, porque los soldados hicieron algo que no sabían “Padre, perdónalos, porque no saben lo que ha- cen” Lucas 23:34, clavar a un hombre divino/humano sin culpa alguna. Tenían que darse prisa los seguidores de Dios Santísimo Yashua en proceder a su sepultura, ya que se aproxima la hora que debían de recogerse antes del empiezo del Pesaj que empezaría alrededor de las 18:00 hrs, y solo tendrían un lapso corto de 3 hrs en ese viernes, para hacer todo el movimiento, con el objeto de no estar impuros, según rige la Tora.