Lux Dei

13 Al Co ntenido ser tan largas para poderse doblar en la parte externa posterior del madero y con esto sujetar firmemente al crucificado. El uso de dos escaleras debió de haberse llevado a cabo para acelerar el procedimien- to de bajar el cuerpo y la herramienta para desdoblar los clavos, asi como el uso de dos cuerdas que sujetaban los brazos. Una vez el cuerpo ya en la tierra, fue abrazado y limpiado su rostro por su Santísima Madre que aún no cesaba de llorar, ese abrazo conmovedor y eterno que fundió el amor infinito y celestial en uno solo. Difícil habrá sido ese instante, donde le dicen a la Santísima Madre que tienen que llevarse el cuerpo y prepararlo lo mejor que pudieran para su sepultura, lejos, pero muy lejos estaban por saber y ver lo que en corto tiempo ocurriría, pero con toda seguridad la Santísima sí que lo sabía, porque desde su corazon guarda las cosas de Dios Altísimo. Del monte del Gólgota al sepulcro dista alrededor de unos 200 metros, solo que tenían que cargarlo más de cuatro personas para que su caminar fuese más firme debido cómo estaba el suelo de resbaladizo, llegando al lugar, lo depositaron en una especie de mesa de piedra, no sin antes ha- ber cubierta esta con una sábana limpia, lo sufi- cientemente grande para que al doblarla cubriera todo su cuerpo, limpiaron su cuerpo con extrema rapidez y las esencias del cinamomo, como el aspálato fragante y la mirra selecta, asi como el gálbano, la uña aromática y la estacte y por su- puesto perfume con olor a nardo auténtico que tenía reservado María, la hermana de Marta y Lázaro, pero que la tenían reservado para el día en que pudieran ir a embalsamarlo de forma completa.