Porque soy catolico
cara de la verdad que ha sido, por lo general, omitida. A lo que parece, tanto unos como otros se mostraban sorprendentemente informados sobre cuanto concernía a Santa Juana. Si nos retrotraemos al mismo inicio de la historia nos encontraremos con que la Iglesia hizo en realidad algo que sus enemigos ignoran y que incluso sus amigos han olvidado. Sucedió que en el transcurso del tiempo surgieron otras tendencias sociales, otros problemas ocuparon al mundo y las mareas del tiempo y de los cambios relegaron todo el asunto. Y cuando el tema volvió a surgir, el mundo tuvo la impresión de que la Iglesia se había retrasado mucho en tratarlo debidamente. Pero no olvidemos que el resto del mundo jamás se preocupó de hacerlo. Porque el mundo, de hecho, nunca había tenido en cuenta el tema hasta que se despertó, y empezó a criticar a la Iglesia porque ésta no se había despertado antes. Pero durante todos esos siglos intermedios ese mismo mundo crítico había permanecido mucho más dormido que la Iglesia. Ésta, hacía mucho tiempo que ya había hecho algo al respecto, mientras que el resto del mundo nada había hecho. El caso de Juana de Arco es un ejemplo muy curioso. La canonización de Santa Juana se hizo muy lentamente y llegó muy tarde. Pero su rehabilitación se hizo muy rápidamente y muy pronto. Constituye un ejemplo excepcional de rápida reparación de un crimen judicial o de un error de la justicia. Muchos son los crímenes judiciales que se han cometido en el transcurso de la historia; y muchos han sido también los héroes y los mártires que la historia considera que han sufrido por sus propios valores y virtudes; hasta el punto que han llegado a formar parte de los proverbios populares, especialmente en tiempos modernos, como sucede en el caso del popular poeta americano que dice: «Acertado para siempre en el cadalso, errado para siempre en el trono » [40] . Pero me cuesta trabajo recordar otro ejemplo en el que el trono pagase tan rápidamente su tributo al cadalso. La condena de Santa Juana fue revocada por el Papa en vida de sus contemporáneos, ante la apelación que hicieron los hermanos de la santa; una revocación que se hizo con una prontitud que nadie hubiera podido imaginar. No sé si la República ateniense hizo lo mismo por Sócrates, o los florentinos por Savonarola; pero estoy bastante seguro de que nadie se disculpó ante los cartagineses por las acciones militares de Régul o [41] ni ante los seléucidas por los macabeos . [42] La única forma justa de considerar el tema de los crímenes de la cristiandad sería compararlos con los crímenes del paganismo, y las prácticas comunes que tenían lugar en ese mundo pagano. Y aunque pueda parecer una debilidad de los seres humanos, en toda época y religión, lapidar a los profetas y construirles, más tarde, hermosos sepulcros, muy raras veces sucede que se construyan tales sepulcros de forma tan rápida. Cuando los que construyen esas tumbas son los auténticos herederos de quienes, en su día, arrojaron las piedras, la cosa tarda a veces cientos de años. Para establecer un paralelo con lo sucedido en el lado secular de la Edad Media, tal vez nos quedáramos profundamente sorprendidos Página 160
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