Porque soy catolico
tan ignorantes como los demás. Por supuesto que eran mucho más incultos y bárbaros que cualquiera que poseyese la más mínima relación social con la Iglesia católica. Se pueden encontrar más ejemplos en otras religiones. Grandes extensiones del globo, en las que teóricamente rigen otras religiones, se ven plagadas en la práctica por ciertos hábitos y costumbres fatalistas o pesimistas, o por otro tipo de ideas y estados de ánimo. En el islam predomina mayormente el fatalismo. En el budismo se pueden encontrar abundantes signos de pesimismo. Ni unos ni otros saben lo más mínimo de los cristianos o de cualquier tipo de esperanza humana. Pero todavía resultaría más convincente la evidencia de semejante estado de ánimo que podemos encontrar en la calle, en el metro o en el autobús si le preguntáramos a cualquier taxista, camarero o mujer de la limpieza, apartados todos ellos de la fe por el caos que reina actualmente en el mundo. Seguramente que se podría comprobar que esos «paganos» no son felices, por muy nórdicos que puedan ser. Y pronto se dará usted cuenta de que no necesita ir a Arabia para encontrarse con el fatalismo, ni a los desiertos tibetanos para toparse con la desesperanza. Página 175
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