Porque soy catolico
que se han atrevido a imaginar un futuro que no lo sea. Muchos han enloquecido imaginando que sus bisnietos serán exactamente como ellos, cuando no más parecidos todavía. Pero si la Iglesia es futurista, lo es de un modo sensato, así como también es individualista sensatamente o socialista de la única manera sensata concebible. Y ello es así porque la Iglesia está preparada para enfrentarse a problemas que serán radicalmente diferentes de nuestros problemas de hoy. Siendo esto así, pienso que lo que en puridad, con la mayor justicia y amabilidad, puede decirse de cualquier hombre que, como yo, se considere anglocatólico, admite ser formulado del siguiente modo: ese hombre, desde luego, es un hereje, en el sentido más estricto de la palabra, pero no un heresiarca. No se dedicará a fundar la nueva herejía del momento, sino a luchar contra la herejía, de momento. Incluso cuando defienda la ortodoxia, cosa que a menudo le sucederá, se limitará a defender algunos aspectos frente a determinadas falacias. Pero las falacias son modas pasajeras, y la próxima siempre será distinta. Eso sí, la ortodoxia en que se sustenten habrá pasado de moda, pero la nuestra no. Página 27
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