Porque soy catolico
E XI El bolchevismo retrógrado l bolchevique es en realidad un victoriano. El suyo es un sueño del siglo XIX , aunque sea una realidad del siglo XX . Y esta circunstancia es más notable ahora, cuando el sueño se ha convertido en una pesadilla, el mal sueño del loco optimismo de las ventajas de la maquinaria. Lo que se nos ha presentado como el próximo plan quinquenal debió denominarse más bien «plan de hace cincuenta años». Porque están tratando de hacer con Rusia lo que los victorianos consiguieron hacer con Inglaterra: convertirla en el taller del mundo y llenarla con sucias herramientas y deprimentes maquinarias. Marx era mucho más victoriano que Morris. Puede que legalmente no fuera un súbdito de la reina Victoria, pero es bastante razonable suponer que en el fondo lo fue. Por origen geográfico supongo que era alemán, como el marido de la reina Victoria y, más remotamente, como ella misma. Por su origen racial era judío, como el primer ministro favorito de la reina y tantas otras personas que no es necesario mencionar ahora. Pero el periodo victoriano tardío fue precisamente aquel en el que los judíos, especialmente los judíos alemanes, estaban en lo más alto de su poder e influencia. Desde la época en que provocaron la guerra con Egipto hasta el momento en que promovieron la guerra en Sudáfrica, fueron todopoderosos e inmunes. Ciertamente, mucho más de lo que lo son ahora, porque los judíos son en este momento muy injustamente atacados precisamente en Alemania, y los viejos victorianos como el señor Belloc y yo, que dimos nuestros primeros pasos combatiéndolos en los días de la omnipotencia judía, probablemente moriremos defendiéndolos. De cualquier manera, Marx no difería de una gran cantidad de judíos victorianos, ni en sus ideas ni en su apariencia. Pasó buena parte de su vida en Inglaterra y lanzó su religión mundial desde un lugar más británico que el imperio: el Museo Británico. La barba que impacienta al señor Wells era simplemente la barba de los románticos victorianos; la barba de Tennynson, Longfellow o Throllope. Su gran plan ha sido aplicado, muy deficientemente, en el único lugar del mundo en el que él lo hubiera considerado inaplicable, porque este auténtico victoriano tenía claro que las grandes ciudades comerciales de Europa Occidental eran los únicos posibles campos de batalla del futuro. La Rusia comunista tiene los rasgos característicos de un pueblo nuevo y más bien bárbaro, que trata de imitar algo que ya resulta rancio, por no decir hediondo, para la gente civilizada. Algo que está esencialmente atrasado para su época. Los japoneses usan galeras, presumiblemente porque tienen la impresión de que nosotros las admiramos. Pero, cualquier justa venganza que caiga sobre nuestros sombreros sería una injusticia para nuestras cabezas. De hecho nuestras cabezas han avanzado algo desde los días en que nuestro primer plan Página 335
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