Historia
Durante una visita, el reconocido misionero español Fray Antonio Margil de Jesús clavó su bastón en el patio de su convento. El bastón había sido utilizado por el religioso en su recorrido por América Latina, desde Costa Rica hasta Estados Unidos.
Según los fieles, el bastón echó raíces y se convirtió en un árbol, mismo que da espinas con forma de cruz.
Este árbol, se ubica en un pequeño jardín interior del Convento de la Santa Cruz de los Milagros, fundado en el año de 1654 como símbolo inequívoco del nacimiento de la Ciudad de Querétaro.