Parroquia de San Juan Bautista
Por la grandeza de su edificación sXVIII y los volúmenes plenamente barrocos que reflejan hacia el exterior y su magnífica portada.
La Parroquia de San Juan Bautista, se destaca como uno de las construcciones barrocos mejor logrados de la Sierra Gorda.
La extraordinaria puerta enmarca en sus relieves a San Sebastián y San Jerónimo. En el interior sobresale el trabajo en cantera de las pilastras, capiteles, bautisterio y el púlpito.
El púlpito es único en el mundo, es una escultura en forma de flama, exhiben una planta octagonal, en cuyos lados nos miran santos en medallones en relieve, donde San Agustín preside el grupo.
La luminosidad se expande en el crucero gracias a sus únicas ventanas oblicuas, que año con año en el solsticio de verano permite admirar la entrada de
tres haces de luz que iluminan poco a poco el templo mayor, muchas veces coincidiendo con la fiesta patronal.
Rebosante de arte y leyendas, destaca sobre cualquier otra edificación del centro histórico, este monumento de mampostería, cantera rosa y un discreto estilo barroco,
sirve de antesala recibidora de viajeros y visitantes al pueblo alguna vez conocido como Real de Minas Zimapán.
La evangelización de Zimapán correspondió a los religiosos de la orden Franciscana y Agustina, fue hasta 1822, cien años después se culmina esta gran obra.